A medida que se van conociendo los resultados de los primeros 9 meses del año en el sector bancario la impresión es que, igual que en España, las cosas han cambiado mucho en los últimos 12 meses. Los bancos que ya han publicado sus cuentas muestran en general una evolución ascendente y de los números rojos pasan a los positivos. El Garanti Bank, de propiedad turca, dobla resultados, el BCR, participado por La Caixa a través de Erst Bank, pasa de una pérdida de 172 millones en 2012 a un beneficio de 127 millones en 2013, el mayor fondo de inversiones reporta subidas del 20% en sus beneficios,… sólo la Banca Transilvania comunica por ahora una caída del 10% de sus beneficios, pero al tiempo se lanza a la apertura de su primera oficina en Italia, deseando aproximarse a la población rumana local. Según el Banco Central Rumano, en septiembre se detectaron también pequeños avances en los préstamos concedidos al sector privado, muy lijeros, es cierto, pero ya un cambio de tendencia respecto a la situación vivida en los últimos años.
Cada año los rumanos devuelven a los bancos 6.000 millones de euros de préstamos en una situación en la que dificilmente se han aprobado nuevos créditos por lo que el endeudamiento de las familias debería haber caído desde el inicio de la crisis. Esto último es una suposición mía, y quizá errónea (por lo que indicaré más abajo), pues no he encontrado en la página de Institutul National de 
Statistica ninguna reseña sobre este punto. Sí en cambio hay varios artículos en la web que indican que el sector privado rumano (particulares y empresas) tiene una deuda del 70% a principios de 2013, muy por debajo de los criterios de Maastricht que establece un máximo del 160% para este apartado. Igualmente el nivel de endeudamiento bancario, del 38% estimado en 2013 (los últimos datos oficiales son del 2011 con un 33,3%) está igualmente lejos del límite del 60% fijado por la Unión Europea.
Sí que he encontrado, en cambio, una estadística oficial sobre el % de ahorro familiar. Los datos no van más allá de 2011, y aunque son negativos, muestran una importante reducción de el déficit de ahorro de los buenos años (2005-2007) a los de la crisis, cuando el grifo se cerró por completo.
Evolución del ahorro privado:
| 2004 | 2005 | 2006 | 2007 | 2008 | 2009 | 2010 | 2011 | |
| Total | -4,7 | -7,0 | -9,5 | -7,6 | -1,7 | -1,2 | -1,4 | -2,7* |
| 2011 – date provizorii | ||||||||
Cabría esperar por tanto que, una recuperación de la economía, permitiese una mayor flexibilidad bancaria en el momento de considerar nuevos créditos, y quizá ese momento no tarde en llegar.
Aún no estamos ahí, pero lo que está claro es que el primer paso necesario, la recuperación de las mismas entidades y el saneamiento de sus balances, se está consiguiendo.
Se podría decir, igual que en España, que estas mejoras por ahora las notan sólo las grandes empresas y no el consumidor final. Es cierto en parte. Las estadísticas muestran ya una recuperación del consumo privado. El consumo privado debería ser el principal ingrediente de crecimiento del PIB en los próximos 2 años.
Basta ver por otro lado las buenas proyecciones que las cadenas de franquicias o de marcas muestran con apertras continuas: Paul, Inditex, H&M, Decathlon,… por nombrar unas pocas están anunciando nuevas aperturas en todo el país.
El sector inmobiliario aún no da señales de vida. O casi. Parece que empieza a haber una cierta falta de apartamentos en algunas ciudades, al menos eso me transmiten los expatriados que llegan a Rumanía y a los que les cuesta encontrar casa. Se refieren sin duda a casas en condiciones más o menos correctas para los estándares occidentales. De los viejos apartamentos «comunistas» no hay falta, pero la mayoría de extranjeros los prefiere evitar.
Las empresas, en general, encuentran financiación si disponen de garantías o de balances saneados en los últimos ejercicios. Las nuevas empresas no parecen tener aún opción a préstamos. Parece que poco a cambiado respecto al año pasado, pero cuando hace una semana hice la pregunta en mi banco habitual, la actitud de mis interlocutores parecían mucho más relajadas que hace un par de años…
José Miguel Viñals
Cónsul Honorario de España en Timisoara
Director General Via Rumania
Rumania empresarial 